sábado, 21 de noviembre de 2015

escritura

La lectura y la escritura son dos habilidades que toda persona debe desarrollar para integrarse a la sociedad”“Amo la escritura: todas las noches me dedicó a crear poemas y otros textos literarios”“Rodrigo tiene una escritura muy deficiente: comete numerosas faltas de ortografía”.
Puede entenderse a la escritura como un sistema que, mediante ciertos signos gráficos, permite la materialización de una lengua. La escritura, de este modo, posibilita desarrollar un tipo de comunicación cuyos antecedentes más remotos tienen más de 6.000 años.
La historia de la escritura tiene un origen muy remoto pues ya se considera que hacia el año 3.000 a.C en Mesopotamia, y más concretamente en la ciudad de Uruk, hizo acto de aparición un sistema de escritura que contaba ya con un total de 700 signos muy diferentes que básicamente tenían una función de carácter comercial. Y es que se empleaban para llevar a cabo un exhaustivo control de las riquezas que existían en los templos.
No obstante, hay que subrayar que otro tipo de escrituras muy importantes a lo largo de los siglos ha sido también la jeroglífica que está considerada como la más antigua, entendiendo la escritura con el mismo concepto que la podemos entender hoy. Se caracterizaba, entre otras cosas, porque se basaba en la mezcla de lo que eran los pictogramas y los ideogramas.
Con el desarrollo del tiempo, la escritura adquirió dos formas. Por un lado, es ideográfica ya que permite transmitir una idea. Por otra parte, tiene una forma fonética al representar sonidos.
Más exactamente podemos decir que las escrituras de todo el mundo se pueden clasificar en dos categorías básicamente. Por un lado, estarían las de tipo pictográfico que son aquellas en las que cada dibujo lo que hace es representar bien una palabra o bien una idea. Como ejemplo de esta clase estaría la escritura china.
Y por otro lado nos topamos con las llamadas fonéticas que son aquellas en las que se representa el sonido con el que se pronuncia una palabra en cuestión en las diversas lenguas. Un perfecto ejemplo de este tipo sería el castellano.
En esta clase tenemos que subrayar que la misma se divide a su vez en dos subcategorías. Así, nos encontramos con la escritura silábica, en la que cada signo representa una sílaba, y con la escritura fonética donde cada signo lo que hace es mostrar el sonido de una letra.
Otro uso del concepto de escritura refiere a una documentación que, gracias a la firma del sujeto que lo otorga y a la fe que da un notario, acredita un cierto derecho. El término suele emplearse con referencia al documento que atribuye la propiedad de un inmueble a una persona: “Mañana firmamos la escritura y ya podemos tomar posesión de la casa”“Las autoridades le exigieron al hombre que muestre la escritura de la vivienda, ya que su vecino lo acusa de usurpador”.


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